Ir al contenido

Una inundación que trajo buenas noticias

Una inundación que trajo buenas noticias

 En el 2017, 12 testigos de Jehová zarparon desde la Costa de los Mosquitos, también llamada Mosquitia, en Nicaragua, en un barco llamado Sturi Yamni. Stephen, un miembro de la tripulación, recuerda: “Nuestro objetivo era visitar a un pequeño grupo de Testigos que vive en una zona aislada para animarlos y para ayudarlos a predicar las buenas noticias en su inmenso territorio”.

 El viaje de estos 12 Testigos comenzó en la Laguna de Perlas y siguió por el Río Grande de Matagalpa hasta la comunidad de La Cruz de Río Grande; en total, 200 kilómetros (125 millas). En aquel momento ni se imaginaban que el nombre del barco, que significa “buenas noticias” en el idioma misquito, tendría un significado especial para la gente que vive en la ribera del río. Después de unas 12 horas de viaje, sin contar una parada para dormir, llegaron a su destino. Allí los esperaban los seis Testigos de la localidad, que los recibieron con los brazos abiertos.

 Aquella noche ocurrió algo terrible. Una tormenta muy fuerte hizo que cayeran lluvias intensas donde nace el Río Grande de Matagalpa. En tan solo unas horas, el río se desbordó y el nivel del agua siguió creciendo durante dos días. El Salón del Reino y muchas casas en La Cruz se inundaron. Los hermanos que estaban de visita ayudaron a la gente del lugar a evacuar sus casas. La mayoría tuvo que pasar las siguientes dos noches en una casa de dos plantas de una Testigo.

El Salón del Reino de La Cruz inundado

 La tercera noche, el alcalde de La Cruz les pidió ayuda a los Testigos que habían llegado en barco. Como el Sturi Yamni era muy resistente, era el único barco que podía navegar por aquel río tan crecido. Así que el alcalde quería que la tripulación llevara a un grupo de personas río abajo para socorrer a otras comunidades afectadas. Por supuesto, los Testigos colaboraron con mucho gusto.

 A la mañana siguiente, tres Testigos salieron con el grupo de socorro. Stephen cuenta: “Navegar era muy peligroso. La corriente arrastraba enormes árboles que habían sido arrancados, había grandes remolinos y el río bajaba a más de 18 kilómetros (11 millas) por hora”. Pero, a pesar de aquellas condiciones tan difíciles, pudieron llegar a tres comunidades.

 Los habitantes de la zona necesitaban mucho consuelo, y los tres Testigos aprovecharon la ocasión para darles ánimo. También les repartieron ejemplares de un número de la revista ¡Despertad! del 2017, titulado: “Cuando golpea un desastre. Qué hacer para sobrevivir”. Aquella revista era justo lo que necesitaban.

 Aquellas personas agradecieron mucho la ayuda que recibieron y el consuelo que los Testigos les dieron con la Biblia. Algunos dijeron: “Estuvieron dispuestos a ayudarnos en esos momentos tan difíciles”. Otros comentaron: “Ellos sí que aman de verdad al prójimo”. Al ver los esfuerzos que hicieron los Testigos por ayudar a sus hermanos espirituales y a otras personas, muchos habitantes de esa zona están más dispuestos a escuchar el mensaje de consuelo de la Biblia.

Marco, un miembro de la tripulación, saliendo del Sturi Yamni para predicar las buenas noticias.

El Sturi Yamni amarrado en una de las aldeas inundadas.