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¿Cómo puedo tomar buenas decisiones?

¿Cómo puedo tomar buenas decisiones?

La respuesta que da la Biblia

 La Biblia nos ayuda muchísimo a la hora de tomar buenas decisiones porque, gracias a ella, podemos ser sabios y usar bien nuestra capacidad de razonar (Proverbios 4:5). Algunas veces nos dice directamente cuál es la mejor decisión. Pero otras veces nos da consejos que nos llevan a tomar buenas decisiones.

En este artículo veremos lo siguiente:

 Consejos que le ayudarán a tomar una buena decisión

  •   No se precipite. La Biblia dice: “El prudente mide bien todos sus pasos” (Proverbios 14:15). Si se apresura a tomar una decisión, es posible que pase por alto detalles importantes. Así que dedique tiempo a pensar qué es lo mejor (1 Tesalonicenses 5:21).

  •   No se deje llevar por las emociones. La Biblia enseña que es peligroso confiar en lo que nos dice el corazón (Proverbios 28:26; Jeremías 17:9). Así que no es bueno que tome decisiones cuando, por ejemplo, está enojado, desanimado, deprimido, demasiado cansado o apurado (Proverbios 24:10; 29:22).

  •   Pídale a Dios que lo ayude a ser sensato (Santiago 1:5). A Dios le encanta respondernos cuando le pedimos cosas como esa. Él es un Padre cariñoso que quiere ahorrarles problemas a sus hijos. Por eso, “Jehová es quien da sabiduría; de su boca vienen conocimiento y discernimiento” (Proverbios 2:6). a Dios nos ayuda a ser sensatos sobre todo con los sabios consejos que están en su Palabra, la Biblia (2 Timoteo 3:16, 17).

  •   Investigue. La Biblia dice que “el que es sabio escucha y recibe más instrucción” (Proverbios 1:5). Así que para tomar una buena decisión hay que informarse bien. ¿Dónde puede encontrar información útil y en la que pueda confiar?

     Primero, averigüe lo que dice la Biblia sobre el asunto que le preocupa. Dios es nuestro Creador y sabe qué es lo mejor para nosotros. Así que su Palabra tiene los mejores consejos que podamos encontrar (Salmo 25:12). A veces la Biblia da leyes y mandatos que nos dicen exactamente lo que debemos hacer (Isaías 48:17, 18). En otras ocasiones la Biblia nos da consejos o principios que nos ayudan a llegar a una conclusión. Como en estos casos no es tan específica, también se pueden tener en cuenta los gustos personales para tomar la decisión. Para encontrar textos de la Biblia que lo ayuden, puede buscar información en los artículos y publicaciones de este sitio web. Todos ellos son gratuitos. b

     En algunos casos, también tendrá que acudir a otras fuentes de información confiables. Por ejemplo, si va a hacer una compra muy cara, sería bueno que buscara información sobre el producto, el fabricante, la garantía, lo que debe hacer para devolverlo, etc. Además, asegúrese de que ese producto es justo lo que necesita.

     La Biblia dice: “Cuando no hay comunicación, los planes fracasan” (Proverbios 15:22). Así que, antes de tomar una decisión, hable con personas en las que pueda confiar. Por ejemplo, si tiene que tomar una decisión sobre su salud, hable con un médico (Mateo 9:12). A veces también es bueno que hable con personas que hayan pasado por la misma situación. Ahora bien, recuerde que es usted y solo usted quien tendrá que tomar una decisión y vivir con las consecuencias (Gálatas 6:4, 5).

  •   Analice todos los factores. Cuando haya reunido toda la información que necesita, haga una lista con las opciones que tenga y con los pros y contras de cada una de ellas. Luego, piense bien en las posibles consecuencias de su decisión (Deuteronomio 32:29). Por ejemplo, ¿cómo le afectará a usted, a su familia y a otras personas? (Proverbios 22:3; Romanos 14:19). Si piensa en estas preguntas y en los principios bíblicos, tomará una buena decisión que beneficie a todos.

  •   Tome la decisión. A veces no decidimos hacer algo porque no estamos seguros. Cuando eso ocurre, quizás dejemos pasar una buena oportunidad. O tal vez la situación acabe empeorando. La cuestión es que no decidirse puede ser tan malo como tomar una mala decisión. La Biblia lo explica con un ejemplo del trabajo en el campo: “El agricultor que espera el clima perfecto nunca siembra; si contempla cada nube, nunca cosecha” (Eclesiastés 11:4, Nueva Traducción Viviente).

 Recuerde que hasta la mejor decisión tal vez no sea perfecta. A veces tendrá que hacer algunos sacrificios, o quizás le surja algún imprevisto (Eclesiastés 9:11). Así que infórmese lo mejor posible y tome la decisión que más probabilidades tenga de salir bien.

 Si ya tomé una decisión, ¿debería cambiarla?

 No todas las decisiones son definitivas. Puede que sus circunstancias cambien o se dé cuenta de que una decisión que tomó tuvo resultados inesperados. Así que vuelva a pensarlo todo bien y busque otra opción más conveniente.

 Sin embargo, algunas decisiones no deben cambiarse (Salmo 15:4). Por ejemplo, Dios espera que los casados cumplan con los votos que hicieron el día de su boda (Malaquías 2:16; Mateo 19:6). c Por eso, cuando tienen problemas, deberían hacer todo lo posible por resolverlos en vez de romper el matrimonio.

 ¿Y si tomé una mala decisión y no la puedo cambiar?

 Hay que reconocer que todos, tarde o temprano, tomaremos una mala decisión (Santiago 3:2, nota). Y es normal que nos sintamos culpables y estemos arrepentidos (Salmo 69:5). Hasta cierto punto, no pasa nada por sentirse mal si eso hace que no volvamos a cometer el mismo error (Proverbios 14:9). Ahora bien, la Biblia dice que tengamos cuidado si nos sentimos demasiado culpables, porque podemos hacernos daño mental y emocionalmente (2 Corintios 2:7). d Recuerde que “Jehová es misericordioso y compasivo” (Salmo 103:8-13). Así que, si tomó una mala decisión que no puede cambiar, intente aprender de lo que pasó y haga todo lo que esté en su mano por mejorar la situación.

a La Biblia dice que el nombre de Dios es Jehová (Salmo 83:18).

b En jw.org encontrará los consejos que da la Biblia sobre muchos temas. Puede hacer una búsqueda escribiendo una palabra o una frase en el buscador. También puede buscar una palabra en concreto en el “Índice de palabras bíblicas” de La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

c Dios quiere que los matrimonios estén juntos mientras vivan. Solo permite que alguien se divorcie y se vuelva a casar si uno de los dos ha cometido un acto de inmoralidad sexual (Mateo 19:9). Si usted tiene problemas en su matrimonio, los consejos sabios de la Biblia pueden ayudarle a resolverlos con cariño.

d Para más información, lea el artículo “¿Puede ayudarme la Biblia a dejar de sentirme culpable?”.